MEGUSTATUESTILO

domingo, 3 de septiembre de 2006

A mi niño;

A veces suelo pararme a contemplar el viento, a sentirlo, me gusta como, en algunos parajes solitarios pero llenos de belleza, el dios Eolo nos acaricia las mejillas, y entona una canción con el débil susurrar de las hojas, recordándonos lo hermoso que es todo aquello que la mayoría de las veces solo miramos, pero no vemos. A veces paseo y oigo a los gorriones, como entonan su canto, tan fuerte que es casi imposible no parar y mirar, como parecen estar dispuestos para llamar nuestra atención, para decirnos no, para gritarnos, “eh humanos, mirad a vuestra madre tierra, contemplad la belleza que se os regala cada día, ¿por qué no miráis?”.

Y entonces miro, y veo lo bello que puede llegar a ser todo cuando estamos dispuestos a ver...

Hoy, me siento delante de esta maquina que extrañamente forma ya parte de mi y que, a pesar de representar muchas cosas que no venero exactamente de mi época, se ha convertido en ferviente aliada mía. Tengo dos ventanas en una habitación, una da al horizonte donde el padre sol acaricia con sus rayos tempranos mi cara y la madre luna me envuelve en su manto de estrellas, la otra no es real y sin embargo de alguna forma es mi ventana al mundo, se distribuye en mi esencia, contradictoria, lo que tengo y lo que quiero, lo que soy y lo que ansío, lo que sueño y lo que persigo. A veces creo que solo soy una gota de lluvia deslizándose levemente por un cristal frío, y en su caída, agónica, va dejando parte de ella por el camino.

A veces me pregunto... si aun soy gota deslizándose, o tan solo un fantasma de la lluvia, es en esos momentos cuando evalúo.

Y te veo sin mirarte, como si esos gorriones me hablasen desde sus ramas, y te conviertes en mi Eolo, rozando las mejillas de mi alma, recordándome lo bello que es todo, cuando el horizonte no separa del mar la fina línea de los sueños, y ya no soy una gota de lluvia moribunda sino una tempestad, entonces el sueño ya no es sueño, mis manos ya no son instrumentos de trabajo, son palabras que salen de mi boca...

Y no sueño, me descalzo de ese moribundo preludio de la muerte que es el deseo, y, descalza, te persigo, corro tras de ti, esperando encontrarte y descubrir la verdad... y dejar de soñar, para vivir el sueño... y no me importa si el camino que dejas tras de ti, esta lleno de espinas, no me importa verter mi sangre y dejar, como la gota de lluvia, un reguero de mi a mi paso... cueste lo que cueste, ya ha valido la pena saber que existes.

Con parte de mi en esta carta, me despido esperando saber de ti.


1 Comments:

Blogger Black_Angel said...

Seré el primero en escribir aki, aunque creo q mas de uno ha leido tus lineas. Decirte q al final me muero de envidia jejeje por no tener una mujer como tu, y ademas porque ultimamente unes palabras q no tienen muxo sentido y haces un texto sobre lo mismo sobre tu amor hacia el. Un beso tan fuerte y tan grande como weno tienes ese corazon q dios te dió y CUIDATE MUJER

2:33  

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