MEGUSTATUESTILO

viernes, 20 de octubre de 2006

ADIVINA QUIÉN VIENE ESTA NOCHE…

Dicen que es una persona triste, creativa y retorcida como todo lo que le rodea. Dicen que tiene la cabeza en el sur y el alma en el Mediterráneo, y que aprendió más allá que aquí lo que es la vida. Dicen que en ella la vista no descansa nunca.

Barrio jerezano, Cádiz. Séptimo piso de un edificio recién habitado. Veintitrés de noviembre de un año que no quiero ni recordar. ¡Es ella! Había nacido la típica niña de papá que con pocos recuerdos, al llegar a la típica edad del pavo, soñaba con que le crecieran vellos en sus desproporcionadas piernas para experimentar qué sentiría al hacerse por primera vez la cera. Quería adelantarse a la vida, quería vivir muy deprisa.

Había cambiado. Con su cuerpo tal vez de niña a mujer y una mente quizás demasiado desarrollada para su escasa edad, comenzaba una nueva etapa de su vida. Ahora su lema era que vivir a tope no significaba hacer el loco por norma. Era pasar de todo y estar siempre en la cuerda floja. Era bonito llevar una vida peligrosa.

Ahora se había convertido en una chica de esas que conservan toda la vida un cierto aire de adolescencia curiosa y divertida. Estaba llena de fascinación para todos, por la brillantez de su ingenio, inteligencia y sentido del humor. No era nada tradicional, le atraían las novedades de última hora, le gustaba estar siempre al día en todo. Le chiflaba conversar con la gente, asistir a fiestas e ir de un lado a otro sin rumbo fijo. Aunque parecía un poco superficial, tenía un corazón tierno e inocente. Su pasión estaba tapizada por un suave cariño y los filtros luminosos de su mente. Imposible aburrirse a su lado, le encantaba experimentar sensaciones nuevas y compartir sentimientos.

Los años siguen pasando y con ellos crece el arrepentimiento por la forma en la que ha estropeado su vida. Se rumorea que una herida destrozó sus labios, su voz cascada por sus múltiples abusos y unas alzas en sus botas rojas le han ayudado a conseguir convertirse en esa rebelde cínica y malhumorada, romántica y solitaria… pero aunque sea un mito desorbitado y un vago recuerdo que cayó del cielo. Aún tiene gente en quién confiar. Y es que, afortunadamente nació con estrella.

Ahora, se le suele comparar con la frialdad del hielo, lo aguanta todo y no puede conseguir la energía para seguir viviendo sin escuchar una crítica nada constructiva sobre ella. Sin embargo, cuando cae la noche, ese hielo comienza a derretirse con el calor de su dolor y a sentir como su vida se desvanece sin haber sacado nada en claro. No le motiva nada. Simplemente, le gustaría estar al borde del abismo y arrojarse a él, le gustaría sentir el paralelismo entre la vida y la muerte. Lo tuvo todo y no supo conservarlo. Experimentó de todo y ahora no tiene nada por descubrir. Y es que, la vida, juega malas pasadas.


Esta, quizás, sea mi vida.