MEGUSTATUESTILO

martes, 5 de septiembre de 2006

El estandarte sin patria...

Hay banderas que se alzan, de reinos sin patria, de tierra sin rey, de país sin dios, tan vagos estandartes solo atienden a dos elementos en su escudo, un duro suelo y un inmenso cielo, su tapiz suele ser verde, recordatorio eterno de una promesa de esperanza, son dentro de la pobreza, las tierras mas ricas, pues si una semilla cae en ella siempre florecerá, no chocara en el frío alquitrán, ni morirá a la intemperie, por que hay banderas que son, al mismo tiempo patria, rey y dios protectores de tal esperanza. El mundo de hoy día ya no atiende a banderas sin rostro o a escudos vacíos, es un mundo en el cual cada uno es una isla que quiere dominar a las otras, cada esperanza se convierte, en tirano dictador de las ilusiones cercanas. No hay camino a mi tierra, ni señales que indiquen, no hay luces en su camino, ni gasolineras cercanas, sólo se puede llegar a pie y dejándose llevar por la intuición... es un camino en el cual es fácil perderse y prontamente los ánimos decaen y se da marcha atrás. Aun así, mis pies siempre han tenido vida propia, como mis metáforas que solas salen para intentar decir algo que ni yo comprendo, así es el lenguaje del alma, incomprensible para los sentidos y sólo y vagamente intuido por algo profundo de cada uno. He levantado banderas en cada rincón de mi corazón, y todo era tierras yermas, ninguna semilla logró germinar, ninguna flor embelleció la sed de eternidad que tiene mi cielo inmenso....

Pausa.

Acabo de llegar de desayunar y de leer el diario, en esa cafetería bajo mi casa que se ha convertido en peregrinaje diario, allí, sentada sola, he sido consciente de muchas cosas, cada sorbo de batido era una palabra, cada calada de mi cigarro era una frase, he mirado por la ventana... y he visto el mundo, he mirado a mi lado, y he contemplado mi soledad sentada junto a mi haciéndome compañía, no lo voy a negar, he pensado en ti... pero de igual forma no he querido hacerlo, y he meditado sobre lo que ha sido mi vida, sobre los consejos dados por personas a las que les importo, y quizás haya comprendido parte del mensaje que quería transmitirme el destino en estos años... ser como soy tiene un precio, mantener ese ir contracorriente al que he sometido mi vida supone un sacrificio personal, hacer de mi única compañía un sueño, una fantasía, un imposible... un ideal. He mirado atrás y he visto todo lo que me ha conducido siempre a esta isla que soy yo, cada barco tenía un nombre pero todos eran de la misma compañía... y el destino ya estaba marcado. Ayer, cuando terminamos de hablar, algo dentro de mi deseaba salir por mis ojos, quizás de alguna forma me sentí desilusionada, pero no pude, sabía donde iba a ir a parar, donde me conducía de nuevo todo, una vez escribí que el amor es una corriente que arrasa todo cuanto esta en su paso, y que no me importaba morir ahogada, que sería la única corriente que seguiría... pero quizás ya morí hace tiempo en ese mar, quizás sucumbí a una ola por no saber nadar bien. Hace poco me dijeron, “aprende a vivir sola, valórate por ti misma, deja de necesitar alguien a tu lado”. Llevaba razón él, llevaban razón todos... muchas veces he deseado no ser como soy, de un corazón tan fácil encerrado en una armadura tan complicada... supongo que me he acostumbrado demasiado al dolor y por eso, a veces ya no hace mella en mí y convierto cada trozo de mi vida que me ha hecho sentir bien, en un sueño de una corta noche... Estoy demasiado acostumbrada ya a endurecer mi corazón cuando algo no sale bien, a matar ilusiones por compasión hacia mi misma, quizás no soy mas que una niña caprichosa en el fondo, que patalea por un juguete nuevo, pero que pronto se olvida de su deseo.... aunque cada noche los recuerde y no pueda evitar pensar que hubiese sido de su vida si lo hubiese tenido... a veces hay espinas que llevábamos clavadas y que no podemos arrancar, solo pueden ser arrancadas por otra persona, y quizás eso es lo que tanto busco o necesito, a alguien capaz de sacarme todas las que llevo dentro... pero ese alguien no aparece, y mi corazón se va gangrenando poco apoco... hace tres meses tenía claro lo que debía hacer en mi vida, escalar hacia arriba, hacer dinero, tener poder, porque esa era la vida, el amor no significaba nada para mi, deje de escribir versos, arrinconé a la poeta en una cueva, era inservible... el hombre ha de matar al poeta si quiere vivir, o dejarle salir si desea la muerte... yo no quiero morir, me gusta la vida, se que puedo llegar a más, que puedo conseguir cosas, tengo fe en mi talento, en mi profesionalidad, y se que tarde o temprano, como es ahora, alguien se dará cuenta y valorara eso de mi trabajo... ambiciones, sin duda son mejores que los sueños, las ambiciones nunca mueren ni hacen daño. Hora es ya de comenzar de nuevo y de dejar la fantasía en mi libros, hora es ya de descansar mi mente y esforzarme solo en conseguir metas, soy quien soy, sin ningún añadido, y aunque no me sienta completa, aunque puede que siga necesitando tener una mano junto a la mía, no voy a mirar atrás, ni a dejarme llevar por ese sentimiento de fracaso que embargan mis noches, por que mis prioridades en la vida sean tener una familia, hijos, un compañero... siempre he dicho que la vida es cuestión de prioridades, y siempre he tenido clara la mía, así me ha ido, je, hoy cambio mis prioridades, o al menos lo intentare, no por lo que hablamos ayer, ni por motivo tuyo, sino porque ya va siendo hora de crecer y de dejar de ser una niña, hay que saber aceptar ciertas cosas en la vida y no luchar siempre contra todo, la madurez, la vida, creo que me ha levado a este punto por algo, seguir empecinada en mis ideas románticas solo es un retraso y un acercamiento a la muerte. Prefiero vivir, que seguir muriendo con cada sueño.

Esperando poder mantener viva nuestra historia, se despide, Estefanía.